Ecografía


La ecografía, también llamada ultrasonografía o ecosonografía, es un procedimiento de diagnóstico usado en los hospitales y clínicas que emplea el ultrasonido para crear imágenes bidimensionales o tridimensionales. Un pequeño instrumento muy similar a un “micrófono” llamado transductor emite ondas de ultrasonidos.
Estas ondas sonoras de alta frecuencia se transmiten hacia el área del cuerpo bajo estudio, y se recibe su eco. El transductor es el responsable de enviar pequeños pulsos de ondas acústicas de alta frecuencia, inaudibles por el oído humano las cuales van hacia al interior del cuerpo.
Estas rebotarán sobre órganos, tejidos o fluidos y el aparato registrará los cambios mínimos del sonido. Una computadora convierte este eco en una imagen que aparece en la pantalla. Este proceso ocurre gracias al llamado efecto piezoeléctrico.
La ecografía es una prueba sencilla y no invasiva.
Al someterse a un examen de ecografía, el paciente sencillamente se acuesta sobre una mesa y el médico mueve el transductor sobre la piel que se encuentra sobre la parte del cuerpo a examinar. Antes es preciso colocar un gel sobre la piel para la correcta transmisión de los ultrasonidos. No obstante, un inconveniente es que la ecografía requiere de una gran periodo de aprendizaje por parte del profesional que la realiza con el fin de interpretar correctamente las imágenes.
